jueves, 16 de abril de 2009

Yo sí


No sé si a veces lo piensas, yo sí.

Cosas de la vida

La mente vuelve a su estado natural después de tanto acoso terrenal, en ocasiones sensación de morir, otras de simplemente escapar. El reconocer es de valor, pero en qué momento se valora más. Cada vez se ve más claro el panorama, sin quitar el dedo del renglón o tal vez el miedo.
En fín, ha llegado el momento de poner los dos pies en el piso. Debo confesar que me rehuso ha hacerlo.
La vida se me tornaba sencilla, aunque en mi mundo de irrealidades, muchas veces parecía una guerra constante. Qué ironía.
Son cosas de la vida. De esas que esperas jamás entender, sobretodo cuando tu padre te decía que alguna vez lo entenderías y sólo movías la cabeza afirmando el comentario.
Afortunadamente el ser humano crece, pero por qué no captar la magnitud de ese crecimiento, que no solamente es físico sino también mental, espiritual, profesional... hasta el momento en que está en tal punto que simplemente quisiera explotar de amor, de desamor, de responsabilidades, de calor, de amargura, de estrés, de odio, de discusiones, de habladurías, de la naturaleza, de frío...de la vida.